sábado, 17 de noviembre de 2012

El cuerpo...


¡Maravilloso! es ver aparecer la cabecita de un bebé que quiere aventurarse en esta vida. Emerge del vientre maternal apareciendo un pequeño cuerpo, nuestro cuerpo. Le damos su primer cachete para despertar su mente dormida.
Empieza sus rítmicos movimientos, moviendo sus pequeñas manos queriendo agarrarse a su nueva vida. Sus piernas al igual que una bailarina se agitan queriendo danzar al ritmo de una nana infantil.
Con nuestro cuerpo vivimos la infancia, se vuelve adulto y disfrutamos de juergas, abrazándonos a otro cuerpo buscando el amor. Sin saber porqué nos traiciona permitiendo que una enfermedad invada nuestro preciado cuerpo. Enfermedades que la medicina es incapaz de curar, produciendo en algunos casos terribles e insoportables dolores. Como es posible que tú que soy yo no lo hayas evitado.
Te odio puto cuerpo.
Un recuerdo para ti querida Montse, has sido un ejemplo de fortaleza y amor a toda la familia. No te olvidaremos.
Tú ELA has engañado a nuestro cuerpo introduciéndote sin dolor, como si nada pasara, hasta que poco a poco nos encierras en tu celda privándonos de todo movimiento. No puedo mover ni un solo dedo.
Te odio puto cuerpo.
A pesar de todo volvería a nacer sabiendo el final que me espera.
Os quiero