sábado, 26 de octubre de 2013

La mente libre ...

Mi intención no es explicaros mi vida sino resumirlra brevemente para comentar este post.

Durante muchos años he sido jefe de ventas en varias empresas. Mi misión consistía en conseguir los objetivos de ventas entre todos los clientes de mi amplia zona, algunos de ellos los visitaba particularmente y otros apoyando a cada uno de mis vendedores.

Todas las semanas en compañía de mi coche o desplazándome en aviones recorría cientos de kilómetros. Mi trabajo me absorvía la totalidad de las horas del día, sin darme tiempo para leer los periódicos, ni ver la televisión para enterarme de lo que sucedía en el mundo, es decir no conocía más allá de mi nariz.
Vivía en un mundo irreal con mi cuerpo libre y mi mente prisionera.

Llegó Doña ELA y sin pedirme permiso me arrebató mi libertad corporal hasta dejarme encarcelado en mi sillón. Tan solo frente a mi limonero y mi amiga y también enemiga la televisión. Todos los días me envía las pocas notícias alegres y las muchas desagradables. Mi mente la recibe y me doy cuenta de que hay una vida real a la cual le había prestado muy poca atención.

Tan horrorosas como que anualmente mueren de hambre muchas criaturas inocentes, cientos de naúfragos mueren en busca de una tierra que no los quiere. Tan solo el Santo Padre dijo ¡Vergüenza!, pero todo quedó en eso, palabras. Nadie ha hecho nada por ellos. Guerras con la novedad de las terribles armas químicas. Desastres y más desastres.

Por si fuera poco la crisis económica ha invadido toda Europa, traduciéndose en recortes en todos los derechos conseguidos por los trabajadores. Recortes en Sanidad, Cultura, Pensiones, prestaciones....

Mi mente que ha permanecido dormida en un profundo sueño ha despertado y me ha mostrado el mundo real.

He creado mi propio partido, ¡El Crit!, ¡El grito!. Grito en silencio contra todas estas injusticias y me revelo conmigo mismo por no poder salir a la calle con pancartas reivindicativas, acompañar en las manifestaciones y si fuese necesario enfrentarme con los elementos que los prohibiese.

Me duele que haya tenido que ser la ELA la que ha producido este cambio en mi forma de pensar pero me alegro porque si no hubiese sido por ella igual continuaría viviendo en la ignorancia.

¡Dios!, no eres justo conmigo, ahoras que has liberado mi mente has encarcelado mi cuerpo.

Espero que algún día lo pueda entender.

Os quiero