miércoles, 18 de febrero de 2009

El cerebro bebé...


La ciencia avanza, las investigaciones sobre el cuerpo humano y sus enfermedades están logrando que cuando los órganos de nuestro cuerpo se envejecen o se estropean puedan ser sustituidos por otros en buen estado. Lo que años atrás era pura utopía hoy en día son realidades, en el camino se habrán quedado cientos, miles de enfermos que fueron experimentados sin éxito, pero gracias a ellos los de hoy pueden seguir su vida con una garantía máxima para vivir muchos años más. Estamos en la era de los transplantes, de corazón, riñones, pulmones, hígado y algunos más. Se han descubierto medicamentos que curan, otros retardan el proceso de las enfermedades, nuestras vidas se alargan, pero hay que ver si en todos los casos merece la pena vivir más años. Si la calidad de vida es buena posiblemente queramos vivir más años, en el caso contrario lo mejor es dejar de sufrir. Por desgracia hoy en día hay enfermedades incurables, crueles en su desenlace pero hay que vivirlas. Una de ellas es la ELA, no hay nada que la cure ni la retarde, el cerebro envía órdenes pero no le hacen caso, el cerebro ha envejecido, no puede controlar que sus motoreuronas se mueran y para el cerebro no hay recambios, no hay transplantes. Si es así debemos auto crearnos un nuevo cerebro, embrionarlo, desarrollarlo y parirlo en nuestra mente, un cerebro lleno de energía capaz de destruir al envejecido y dañado órgano que el tiempo y sus circunstancias han maltrecho.

Ya tenemos al nuevo bebé, vamos a formarle, poco a poco le vamos traspasando toda la energía negativa del gastado cerebro para que la transforme en positiva, estas acabado diría uno, lucha no te rindas dice el otro, no hay esperanza, mientras hay vida la hay, la tristeza te vence, se feliz y haz feliz a los tuyos, sonríe siempre. El bebé está cumpliendo, poco a poco va absorviendo los sentidos negativos del abuelo, los recicla, les da la energía y la autoridad perdida, impone sus órdenes, las neuronas ordenan a las motoreuronas, estas responden los miembros inmóviles se refuerzan, podemos andar, coger todos las cosas. El cerebro bebé a vencido, el viejo se retira. Lo hemos conseguido.


Parece un cuento, una fábula ¿ y si fuera verdad ?, si fuésemos capaces de engendrar un nuevo cerebro. Yo hace tiempo fui a buscarle, lo he encontrado, hablamos, le digo lo que espero de él, lo estoy educando, aun es joven pero ya ha logrado que mi mente piense en positivo, que sea optimista, que vuelva mi sonrisa y mis ganas de vivir. Me queda mucho, pero estoy seguro lograré que pare el proceso degenerativo de mi ELA y más adelante consiga darme la fuerza perdida de mis miembros.


El cerebro bebé hay que engendrarlo, formarlo y dirigirlo con el poder de la mente.