sábado, 29 de septiembre de 2012

Nos vamos, nos olvidan...


Todos los días durante tres horas tengo la ayuda de un cuidador. Cuida de mi higiene y además me realiza ejercicios en mis miembros paralizados. Durante este tiempo y como si fuesemos telediarios nos intercambiamos todo tipo de noticias, económicas, políticas que desgraciadamente hoy en día no son nada optimistas, no pudiendo faltar los temas deportivos y de sociedad.

Uno de sus comentarios fue que había muerto Amstrong, el primer hombre que había llegado a la luna, pidiendo que sus cenizas fueran esparcidas en el mar. No me cabe duda que este hombre será recordado toda la vida al igual que muchos otros, cada uno de ellos por un hecho relevante, al igual que Homero es recordado por su libro La Ilíada, Miguel de Cervantes por Don Quijote, el Dr. Fleming por su descubrimiento de la penicilina salvando a millones de personas. La lista sería interminable, todos han sido merecedores por hechos importantes. Nada queda de ellos, sólo el recuerdo.

Me viene a la mente cuantos miles de millones de personas desde la creación del hombre han pasado por esta vida sin que nadie se acuerde de ellos, tan solo la família, los amigos de su generación quizás también la segunda y muy pocos la tercera. Nada queda de ellos como si nunca hubieses vivido con sus alegrías y sus desgracias.

Yo no he destacado en nada, me he limitado como todo ser humano a crecer, trabajar, formar una família y procurar ser feliz y hacer feliz a los míos.

Aunque nada tengo de importante para ser recordado si me gustaría que a través de los años, cientos, miles se me encuentre y se me recuerde. Quiero pensar que este blog, mi ELA y yo, cuyo contenido gracias a la informática esté navegando en el espacio durante siglos. Con la esperanza que algunos internautas a través de los siglos puedan encontrar mi blog, conociendo mis pensamientos, mis reflexiones y mis escritos, seguramente los veran del todo obsoletos.

También sabrán que he existido siendo un enfermo de ELA, enfermedad hoy en día incurable como tantas otras como el cáncer, quiero mandar un recuerdo para mi prima Montse que está luchando para vencerlo y que todos deseamos que así sea.

Con toda seguridad lo que hoy no tiene solución dentro de los años estas enfermedades no tendrán más importancia de lo que hoy puede ser un simple resfriado, si bien es cierto que desgraciadamente aparecerán otras tan malas como ésta y de difícil curación.

Para mi generación y las venideras es mi deseo aparezcan nuevas personas importantes que sean recordadas por haber descubierto los tratamientos necesarios para curar esta plaga de enfermedades.

Os quiero