viernes, 15 de febrero de 2013

El apretón...


Mi enfermedad, conocida por todos vosotros, cruel para muchos pero no para mi ya que me he acostumbrado a convivir con ella. Pasamos momentos difíciles pero también agradables y simpáticos. Una vez realizados los ejercicios y masajes físicos así como la higiene y el almuerzo cotidiano, mi grua me transporta a mi sillón.

Acomodado en él empieza mi día a día, mi gran aliada es la televisión la cual me informa de todo lo que sucede en mi mundo exterior. Disfruto con la información económica y política. No entiendo la gran corrupción, embustes, mentiras que día a día se descubre especialmente en nuestro país. Nada es verdad, todo es mentira y lo peor es que se niega todo con frases como "es falso", "no me consta", "no me acuerdo", etc. Se han perdido los valores y la credibilidad de personajes como gobernantes y personas influyentes. En mis tiempos mozos dos personas con un apretón de manos acordaban negocios, compromisos y tan solo con este apretón sellaban su honor, su palabra, su honradez, etc. No hacía falta nada más, ni juramentos ante la Constitución ni documentos firmados que hoy se lo pasan por sus entrepiernas ¡Dios Mio! que bajo ha caído el ser humano.

Hace años un compañero de trabajo me dijo "Antonio si un día tu mujer te pilla con otra en la cama dí que no eres tú". Me parecía increible pero no hace mucho cierto personaje se le atribuía con su nombre y apellidos dinero en paraisos fiscales, ¡Sorpresa!, dijo "no soy yo es otra persona que su nombre y apellidos coinciden con los míos"

Se cumplió la frase de mi compañero "no soy yo", impresionante.

Ofrezco mi brazo y mi mano inmóviles para estrechar un débil apretón de manos lleno de honor, honradez y honestidad a todas aquellas personas que aún crean que hay personas íntegras.

Os quiero